Microsistemas familiares I: El parque


Con la llegada del buen tiempo, el sol, el polen y la calorina, las crías humanas gustan de salir a la calle a desplegar por completo su hiperactividad y comportamiento jolgorioso, hartos como están de patinar en calcetines sobre el parqué, máximo exponente del deporte indoor invernal. El hábitat ideal para el desarrollo de esta actividad es claramente el parque, sin acento, ¡ese gran ecosistema!

Fuente: Fotolia

En el parque cohabitan todo tipo de madres y todo tipo de crías. Está Lamadre búho, que se esposa férrea al columpio por si su miniser decide hacer el salto del ángel con doble bucle y caída en tirabuzón. Normalmente va vestida de beige, luce moño bajo y sus hijos llevan lazos; Lamadre sedente, que puede tirarse seis horas haciendo pastelitos de arena sin girar el cuello y sin muestra alguna de fatiga. Es callada y suele tener una facilidad pasmosa para la teletransportación mental; Lamadre atleta, que corre y se contorsiona tras el miniser como la mejor de las gimnastas rumanas. Calza siempre zapatillas blancas, ya lleve vestido de fiesta o bata; Lamadre Quelee, especímen que ejerce su actividad mientras sus miniseres se descorromoñan cabezabajo por el tobogán y comen arena con fruición caníbal. Su dejadez puede despertar ciertas envidias por lo que suele reposar alejada del resto de la manada, pero eso sí, es siempre la más culta; Lamadre cebadora, que transporta en los huecos del carrito todo tipo de comestibles a repartir entre sus hijos y los colindantes. Ella es la culpable de que te pongas tibia a cacahuetes a las seis de la tarde y llegues a casa con la descabellada idea de comprarte una faja; Lamadre de Hamelín es la mejor de todas y reivindico una para cada parque desde ya. Es capaz de inventarse todo tipo de chistes y juegos y hacer que los niños la sigan sin descanso, dejándote a ti en ídem; y por último Lamadreparlante, mujer de cuerdas vocales hiperdesarrolladas, capaz de estar hablando sin parar durante horas, sin apercibirse de lo cansina que puede llegar a ser para el resto de sus congéneres. Cuando llegas a casa te das cuenta de que te sabes al dedillo su árbol genealógico y sus ciclos menstruales.

La transformación que una madre sufre al pisar la arena del parque también es curiosa. Da igual que seas neurocirujana, trapecista o asistenta, al llegar al parque tus neuronas bajarán a mínimos históricos, empezarás a hablar en diminutivo, a comentar la densidad y consistencia de las cacas de perro y a perseguir a todo niño que se te cruce, aunque no sea tuyo, insistiendo para que se ponga la rebeca cuando la que tiene frío eres tú. A cien metros a la redonda de un columpio, todas somos alomadres, todas cuidamos de todos y vivimos con similar dolor heridas y chichones de niños que probablemente no volverás a ver en tu vida. Tal es el poder mágico de Elparque.

Sucede a veces que la confluencia de vientos y astros te hace conocer una chupimadre o madrechachi, alguien con quien congenias desde el minuto cero, que se ríe de tus mismas tonterías y con la que puedes hablar de más trendingtopics que no sean mocos y grietas del pezón. Eso es mejor que el Euromillón, amiga, así que ya puedes correr a pedirle su teléfono y a declararle amor eterno bajo su ventana porque nunca se sabe cuándo podrás cruzarte con un ejemplar similar. En caso de que dicho amor surja, conviene no atosigar a la otra madre proponiéndole incesantes citas diarias porque corremos el riesgo de que emigre a otro parque cual ave zancuda.

En el extremo opuesto del dueto amor-odio, también puede darse la posibilidad de enzarzarte con alguna otra madre en una disputa tipo “ese cubo es mío”, llegar a las manos y salir en el programa Gente, vendadas y maltrechas ambas, explicando los pormenores de la reyerta espalda contra espalda. Es realmente impresionante hasta dónde puede luchar alguien por sus pertenencias o por lo que cree suyo, si hasta las hay que por su cubo ma – tan.

Debo reconocer en esta intimidad que nos acoge que no soy yo muy de parques, la verdad. La primera media hora bien, pero por lo general luego me empieza a temblar el párpado como si estuviese pillando WIFI y acto seguido me desnuco de sopor sin remedio alguno. Con algo de remordimiento y vergüenza, eso que no falte, a veces delego mis funciones parquiles diarias sobre cualquiera que me las acepta, Lanana, Labuela, Laquequiera… En caso de que la propuesta no cuele, bajo presta y abnegada a plantar el culo sobre la arena y a charlar, gritar, cebar niños y poner rebecas como la que más. Eso sí, siempre previa cita con la chupimadre o madrechachi, ojo, que a esta vida no viene una pa sufril.

48 comentarios

Archivado bajo Elucubraciones, Familia, Humor, Mujer, Ser madre

48 Respuestas a “Microsistemas familiares I: El parque

  1. Me he acordado de un blog con tu división de madres en el parque (por cierto, nena, eso parece le infierno) va sobre estados de facebook de madres pesadas, vamos, Lamadreparalante pero en version 2.0 http://stfuparents.tumblr.com/
    bss

    • Jesusito, pero qué se dejan estas mujeres para comentar a la sombra del columpio??
      Un infienno no, nena, o al menos sólo cuando confluyen todas las tipificadas en el mismo tiempo y acción. Eso sí que es para verlo.
      Intensas todas nosotras :) Beso!

  2. hilde

    jajaja!!! ahora que llega el buen tiempo???? y eso cuándo es, amor??? ;-)
    jpera, que sigo leyendo…ej que no he podido evitar bajar a comentar la entrada!!! jajajaja!!!!

  3. hilde

    JAJAJAJA!!! Creo que acabo de despertar al vecindario con mis carcajadas en la frase «me empieza a temblar el párpado como si estuviese pillando WIFI»!!!! BRUTAL!!! jajajaja!!! De hecho, cuando acompaño a mis «amigasmadre» al parque, o cuando llevo a mi (sobri)Naia…soy calcada a tí… no me gustan mucho, la verdad…espero un dia tener una hija que disfrute yendo de tiendas o a baresfashion desde los 2 meses!!! ;-)
    ayyyy….dios cómo te echaba de menos ;-)
    Besosssssss!!!!

  4. pepuchete

    ¿No hay papas en el parque al que vas?

    • Pues la verdad es que hay muy muy poquitos, sin acritud, eh? es que no los hay… El fin de semana salen de sus cuevas a jugar al balón pero entre semana….

      • pepu

        No no , no lo digo por meter zizaña… es que me hubiera gustado leer tu descripción ;) yo no he sido mucho de parques tampoco pero en mi época solo los domingos al mediodía me encontraba con algún papa (estarían las mamas descansando … o cocinando?)… claro siempre y cuando que no hubiera F1, moto GP etc….

      • maremia

        Si que hay, están detrás del periódico, no se les ve…

      • Cierto es. Periódico, sombrero, gabardina y gafas de sol, como salidos de Top Secret.

  5. Jajajaja, sinceramente creo que el parque es otro de los momentos en los que purgamos algún pecado cometido en nuestra vida o cuando fuimos hormigas… me deja más exhausta a mí que a mi hija, y siempre, siempre me voy con la sensación de ser asocial, antipática y antimadres…
    ah, y falta el especimen «padreconhiphone», que mientras su hijo apalea a los demás niños con una vara de dos metros, él juega su partida de ajedrez en su smartphone o habla con su broker sobre la conveniencia o no de comprar acciones coreanas.
    :)

  6. Leo

    muy bueno … me ha gustado mucho, la verdad es que es total realidad. Yo tampoco soy mucho de parques pero por ellos se hace cualquier cosa. No cambies.
    Besos gordotes

  7. Ata

    Es verdad que hay pocos papás (y después de leer este post, menos que habrá). Pero te propongo tres categorías: el padremadre (es padre, pero se comporta como una más), el gallo del corral (él solito, con tantas mujeres!!) y el indiferente silencioso (la gran mayoría).
    Slds!!

    • Jajaja muy buena categorización!! Aunque suene pastel, la verdad es que lo mas divertido es ir en pareja. Así tienes compañero de penurias y los miniseres cuatro brazos por si se esmorronan…

  8. Nosotros tenemos algo muy a nuestro favor, tenemos tantos niños que solos se lo pasan bien, a eso añades algunas parejas de amigos con sus niños (únicos habitualmente) o de uno de nuestros compadres que tiene 3….. y voilá, un parque lleno para nosotros. De echo tenemos uno localizado que le llamamos «el solitario», nunca hay nadie, hacemos reunión de «pandi» y nuestros niños campan a sus anchas sin tener que soportar algunos de esos especímenes…. no si al final va a resultar que somos antisociales, ay madre!!!

    • Jajajaja qué buen consejo!!! Tengamos 5 hijos para no soportar a nadie en el parque… jajaja es genial! La seguridad social nos lo agradecerá enormemente!! :) Genial, Alicia!!!

  9. Ains, aquí en mierdapueblo no hay parque… Y yo lo hecho de menos… :(

    Uno y un par de madres Hamelín me vendrían que ni pintados… ;)

    EL post genial, como siempre.

  10. Moni

    El parque… esa realidad paralela que nos deja exahustas… yo tengo suerte y mi Santo es una mami encubierta y baja mucho más al parque que yo… yo creo que es una mezcla entre madreencubierta, solitario y hamelín, todo en uno y para mi solita (y para mi miniser)… «jo qué suerte tía», ya ves, digo yo…
    He de decir que en mis parques (no solemos repetir para no encontrar a los mismos especímenes, cada vez) hay mayoría de mujeres pero hay bastantes hombretones corriendo detrás de minidiablillos, la verdad sea dicha.
    Gracias, como siempre, por el ratico de risas…

  11. Preciosa! Que buenisima entrada!! Me ha encantado porque yo soy (y lo digo con orgullo) una mamadeparque total!! Y la verdad es que me identifico en cierto modo con todos los tipos de mamás que has descrito ;-) Algunos dias no me cayo, otros dias no paro, a veces estoy en plan buho, y otras me llevo una revista… y a veces me «enamoro» de alguna mamá, que a veces comparte el sentimiento y otras se escapa!!! ha-ha-ha Eso si, ahora que tenemos jardin mis ocasiones de parque se han reducido (para bien o para mal!)

    • Jajaja la verdad es que todas somos un poco todas (qué frase más rara, oyesss) dependiendo del día o te esposas al columpio o te lees el Telva sin despeinarte. Camaleónicas que somos :)

  12. Coherente

    Mi querida,
    Una vez leído tu relato, no puedo dejar de expresar mi enorme gratitud ante la cantidad de risitas bajas que me dado en tu honor. Adoro la descripción de las «it» mothers, y el apartado «lazos» ronda lo sublime.
    A tus pies,

  13. Pues yo nunca he sido de parques y despues de lo que he leido….menos aun. No hay nada que odie mas que la tipica conversacion por obligacion, y me da a mi que en los parques hay mucho de eso, sobre todo si te encuentras todos los dias con las mismas personas.
    Sera por eso que me encanta hacer actividades en casa jejejejejeje.

  14. Yo soy madre Hamelín….hay niños que me llaman «moto», porque cuando jugamos soy el monstruo…Eso sí, el parque hartar, es que harta y a pleno sol pues más

  15. madres estresadas sin fronteras

    Yo soy una mamá cuentacuentos, generalmente acabo rodeada de niños viendo como las otras madres se rien de mi, pero disfruto como una enana cotilleando con los niños.

  16. Me ha gustado mucho. Hay también un tipo de asociación de madres que yo llamo «el club de la pipa» por razones obvias. Se sientan en un banco y se limitan a comer pipas y, de vez en cuando, gritar muy fuerte el nombre de sus vástagos seguidos de alguna amenaza

  17. Latíadelacriatura

    Querida Eva,
    No he podido dejar de partirme de la risa durante aprox. 20 minutos, aún a riesgo de que me despidan por falta de rendimiento o por bipolar (lo que surja primero), pero es que el artículo de verdad que entra de pleno en la categoría de «sublime»!!! Por cierto que mi sobrina y yo tenemos un punto de vista a mayores del tuyo. En nuestro caso no sólo categorizamos a Lasmadres…(en lo que coincido totalmente contigo), sino que ella misma tiene su propia jerarquía de los miniseres, y no te creas que le baila la pestaña a la hora de cerrar filas en torno a los que pretenden acceder a estamentos que no les corresponden (nobleza obliga, oiga). Véase p.e. el niño cuco, cuco, con sus medias autríacas y sus pompones, acompañado of course de mami-de-peluquería-de-lunes-a-domingo…a ese, ni agua! Ni pa’jugar, ni para interactuar con él, ni ejercicio psicomotriz ni pa’ná! Es tonta la niña! Y yo, pues qué quieres que te diga…orgullosa de que ya empiece a distinguir!jajajja. Y los hay en todos los parques, así que mantenemos el método siempre!! Gracias por tus post, son geniales!!

    • Jajaja cierto! algún día habrá que hacer una tipología inventada de los vástagos, que sobre eso también hay miga…! Me alegro de que guste el post y tranquila, que a no ser que trabajes en un tanatorio, las carcajadas aún no son motivo de despido…o eso creo.. :)

  18. Muy muy bueno, yo también envidio a la madre que es capaz de leer tranquilamente mientras su hijo juega. Yo no soy de estar pegadita al niño (además para eso tendría que entrenar previamente en el gimnasio) pero aún no he superado lo del CONTACTO VISUAL. Y sí, gracias ALPARQUE, he hecho alguna que otra amiga, muy majas la verdad!
    Ana

  19. Pingback: Lecturas dominicales (VIII) | El blog de bebé a go-go!

  20. martucha

    Para que ir a Faunia, pon un parque en tu vida!!!

  21. Gran descubrimiento tu blog! Creo que nunca me he reído tanto en uno, he llegado hasta el final de un artículo o post de más de 100 palabras, ni me he sentido tan identificada!!!!
    Un beso y enhorabuena!!
    Reich.

  22. Hay que ver las ocurrencias que tienes! Me encanta la filosofía que tienes.
    Olvidaste un tipo de madre. Es un especímen común pero recientemente descubierto, Mamhistérica… esta madre ni vivve ni deja vivir y en consecuencia pone nerviosaa a las demás mamás… a la chachimami la echa del parque, y a Lamdredehamelín preferida entre las preferidas por los niños también. Así que debes tener cuidado con ella. Hay más mamhistéricas de lo que parece

    jejejej

    un beso y genial genial genial… Más de una debería tomarse todo esto con el humor que tú te lo tomas. Me encantan tus artículos! esque me rio mucho!!

  23. Paz

    ¡¡Buenísimo!!. Solo echo de menos a la que yo siempre llamé «Madre Jamón York»: la que lleva el pellizquito de bocadillo (generalmente de jamón York) y persigue a su hijo con él hasta lo alto del tobogán o sube y baja la mano según suba o baje el niño en el balancín o en el columpio… Siempre me obsesionaron… Saludos.

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