Buenas, me llamo Eva, soy Madre y soy inmortal


Ilustración "Ve hacia la luz" de La Princesita http://meriprincesita.blogspot.com/

Ésta bien podría ser mi presentación formal ante un cónclave secreto de Madres Reaccionarias que se reúnen en algún oscuro sótano cada jueves, con bata de boatiné, rulos térmicos y zapatillas con borlas, para juntas castañetear dientes y ponerse malas de sólo pensar en abandonar esta dimensión dejando los deberes a medio hacer. ¿Irme y dejar a Lasniñas aquí y no verlas crecer, ni echarse novio ni hacerse un pearcing?, ¿Estamos locos, o qué? Pero si hay días que incluso me voy a regañadientes al cine porque al llegar ya estarán dormidas…

Decidí ser inmortal la semana pasada mientras me sometía voluntariamente, bueno casi, a una resonancia de rodilla. Este cuerpo mío no debió asimilar demasiado bien los catorce kilos de vellón con que le sorprendí en el último embarazo y la fila de abajo del inmenso castellet en que me convertí sufrió algún que otro pequeño destrozo por sobrecarga en la zona del menisco y adyacentes.

Tumbada dentro de aquel cilindro espacial, sintiéndome como el relleno humano de un tremendo canelón, de repente me invadió un miedo pavoroso a que mi cuerpo decida estropearse antes de tiempo y un día nos dé a todos un mal susto. Tengo muchos planes para él así que su emancipación voluntaria y escisión de los planes familiares me ocasionaría gran disgusto.  Antes, cada vez que me rondaba la idea de la muerte jugueteaba con ella con esa vena a medio camino entre el morbo y el melodrama que todos sufrimos alguna vez, pensando en ella como el que abandona una fiesta y sale a la calle a ver si pilla un taxi: Oye, que me lo he pasado estupendamente pero que se me va haciendo tarde y ya sabes tú cómo son estas cosas. Muac, muac, que si eso ya nos vemos en otra ocasión…

Todo en regla, todo en orden, empaqueto y me voy.

Pero ya no.

La verdad es que decidí ser inmortal así, de repente, porque en el fondo de mi ser habita una profunda vagancia, despeinada y sumamente modorra, y morirme me acarrearía demasiado trabajo de organización previa. Tendría que grabar uno de esos vídeos caseros contándoles a Lasniñas los sinsabores de la vida en un intento egoísta por seguir aquí y que no se olviden nunca de mi cara; confeccionar un bonito álbum de fotos, momentos y flores secas en lugar de tenerlas distribuidas toscamente por carpetas en el interior del portátil; seleccionarles entre un amplio casting una madrastra mona y salada que no esconda disfraz de bruja y que las quiera mogollón, les cepille el pelo sin tirones y recuerde que no les gustan los rollitos de pavo con queso dentro; tatuarle a Marido mi nombre y foto de perfil en la nalga izquierda, en caligrafía elegante y lustrosa, capaz de sorprender gratamente a toda aspirante a madrastra mona y salada que pase por allí… No sé…tendría que hacer tantas y tantas cosas…

Una vez decidida mi inmortalidad la considero inamovible, les advierto, que no tengo yo por costumbre cambiar de idea así como así ni someter mi juicio interno a consejo ajeno. Pregunten si no me creen.

Quizá por desconocimiento tomen ustedes esta decisión mía como un rasgo de carácter prepotente, bien rayano en la vanidad más absoluta o en el gusto insano por la mezcla de psicotrópicos y anís del mono. Pero nada más lejos. Aunque se me tunee de orgullo, esta afirmación no es más que el fruto de la más grande de las cagaleras, aquella que llega tras la súbita relajación de esfínteres que provoca Elmiedo. Me aterra irme y no formar parte de sus vidas, ni de sus guerras, ni de sus partidas de parchís. No quiero. No, no y no, y no me da la gana.

Sé que este recurso a la pataleta de poco escudo me servirá llegado el momento, cuando algún esqueleto esmirriao y asido a una guadaña de lo más tosco y rural me invite a echar unos bailes lejos, lejos de aquí; pero no sé hacerlo de otra manera. Este gusto mío por prometer imposibles quizá sea el responsable directo de que siempre pierda los órdagos a grande y acabe los muses con un lastimero “uppss” o de que enamorara a Marido allá por mi juventud, asegurándole que sería capaz de encender fuego en una isla desierta, sin más aparejos que un par de palos y mi férrea voluntad.

Morirme no entra en mis planes, a dios pongo por testiga. Antes tengo que hacer muchísimas cosas y, la verdad, no tengo horas en el día pa’ tó.

27 comentarios

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27 Respuestas a “Buenas, me llamo Eva, soy Madre y soy inmortal

  1. Yo siempre le digo a mi madre que no tiene permiso para irse, que no se puede morir nunca. No se si me va a hacer caso, pero entenderlo, lo ha entendido, jajajajaja

  2. Amaya

    Eva, qué trascendental te has puesto!!! me has dado miedo !!!
    Recupérate de tu rodilla. Besos. Y a ver si nos vemos!!! yo te sigo por aquí en la sombra pero hoy has conseguido que me pronuncie. ahhhhhh

  3. Jejeje, la inmortalidad se me antoja un concepto estratosférico cuando tienes las manos bien empapuzadas con la supercaca mañanera de tu hija. Pero tranquila, ni para morirnos tenemos tiempo suficiente…

  4. Laura Plazas

    JOoo Eva, es el mejor!!! cuando he terminado de leerlo, se me saltaban las lagrimas de lo real que es…y de las veces que se me pasan esos pensamientos por la cabeza. Enhorabuena pequeña, eres GENIAL!!! QUiero tu libroooo!!!

  5. Belén de Azcárate

    vaya alianza más brutal!

  6. Juana

    Cuando he empezado a leer tu texto, esperaba uno de esos sesudos y superdivertidos que sueles hacer. Me he sorprendido. ¡¡Osti tú!! ¿Qué le pasa a Eva? ¿Por qué está meditabunda y transcendental? Y al llegar a lo de Anís del Mono, lo he comprendido…..
    Eva, por las mañanas es mejor café copn leche.
    Esto pasará a los «anales» de la historia, es lo que tenemos las madres.

  7. te apoyo y te secundo. creo que tenemos que empezar un club oficial, y pedirle subvencion al gobierno, que la inmortalidad nos va a costar lo suyo

  8. Alicia Carrasco

    Pues lo pensamos contínuamente, lo que pasa es que en nuestra vorágine de hacer mil cosas al día no nos damos ni cuenta…… La última vez que entré a quirófano, anestesia general muy a mi pesar, lo único que se me ocurrió decirle al cirujano y al anestesista fue «vamos a ver….., me teneis que cuidar muy mucho, porque tengo 5 peques en casa esperándome, y no me puedo permitir irme a ninguna parte antes de tiempo…., así que ya sabeis» y se sonríen, porque solo el número ya abruma, así que creo que tienen un poquito de cuidado, porque una madre enfadada desde el mas allá seguro que les puede dar más de un susto, jajajajajaj.
    Por cierto….., y no es amor de hermana……….., la ilustración de La Princesita (léase mi hermana) le va como anillo al dedo al maravilloso texto.

  9. Eva

    Ya me dijo Meri que en estos momentos de bajón que toi pasando me vendría mu bien leer tu blog… Y tenía razón la puñetera Princesita jajaja. Pero vamos los lagrimones que se me han saltado en la parte de los rollitos de pavo y queso… vaya telita, cómo puedes emocionar a la gente con esos argumentos??? Eres genial!! Asi que por aqui me tendrás echando un ojillo cada vez que subas algo. Yo soy tita primeriza, asi que a mi cuñi, la madre de mi sobri guapa, le paso este blog right now!!

    • Bajón caca, tocaya. No hay nada mejor para repuntar que reirse de las propias miserias, juraíto. Me encantará hacerte reír todas las veces que gustes…

      • Eva

        Eva, ayer estando con mi sobri se me quitó casi tó… el dia 20 hace 5 meses que nació esa cosa guapa… Y fui a cogerla al carrito y vi que la puñetera ya hacía fuerza con las piernas, que se apoyaba la tia!! :D y claro ya la puse en lo alto de la mesa sujetándola por la cinturilla… y cuando la vi de pie con ese mono vaquero y su rebeca roja de volatillos… me moría de amor total, y toda la familia partía con la niña!!!! Y es que ayer Ines estaba especialmente graciosa y mega simpática… que a veces tiene unos cojoncillos que no veas jajaja.
        Gracias guapísima… seguro que paso unos ratillos estupendos leyendote

  10. Pues sí con la maternidad nace el miedo a la muerte, tal cual y así de simple. Imagínate si nos vamos y se los queda la suegra. Ni hablar del peluquín.

    • Paz

      Tal cual, para que engañarnos, o eso o la quinceañera bacaladera con tatuajes y pendientes por todo el cuerpo. ¡Antes la muerte que morirse!. Apúntame al club de las inmortales ¿hay regalo de bienvenida, carnet o similar…?

  11. Noe

    ¡Puff! También se me cae el moquillo. Ayer mi 39 cumpleaños, con una peque de 3 y veo que la vida pasa tan ráaaapido. Es verdad que antes no tenía estos miedos, pero desde que nació llegaron todos juntos. Y es que nadie va a hacerlo tan bien como yo y tampoco quiero perdérmelo…

  12. Querida, tú eres inmortal en carne y papel. Y que se atrevan a dudarlo. Cómo me río con tus entradas, eres lo más grande desde que se inventó la bicicleta.

    Besos de siempreviva,
    Lady Vaga.

  13. mexicanita granatiensis

    Pues yo me he hartao de llorar con esta entrada (te descubri hace poco y me estoy leyengo to de golpe). y es que cuando tenia mihijo unico 9 meses me descubir un bulto en el pecho. Y aunque no es na (tiene 6 anhos y yo llevo nosecuantas mamografias) el susto no se me quita del cuerpo desde entonces. Y no te puedes imaginar lo que da cuando tu hijounico se pone a llorar porque tu te vas a morir!! Y tu le tienes que calmar diciendo que eso sera cuando pasen muchooooos anhos y tu seas mu viejita y el ya tendra mujer e hijos y esas cosas. Pero te quedas con la mosca tras la oreja pensando «y si no es asi?, no solo le fallas sino que eres una mentirosa».

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